Los problemas no terminan para Internacional de Porto Alegre. El club brasileño, inmerso en un cierre crítico del Brasileirão y con riesgo real de descender a la Serie B, volvió a quedar en el centro de la polémica… y no precisamente por su desempeño en la cancha.
Tras la salida del argentino Ramón Díaz, el nuevo entrenador, Abel Braga, fue presentado ante los medios. Sin embargo, su primera conferencia estuvo marcada por un comentario homófobo relacionado con la indumentaria del equipo —que en octubre lanzó una camiseta rosa edición especial—.
El comentario que desató el escándalo
“No quiero que mi maldito equipo entrene con camisetas rosas, parecen unos maricas”, expresó el veterano técnico. Braga intentó justificar después que lo dijo en tono de broma para “relajar al grupo” en medio de la recta final del torneo. “Necesitaba distender. Quiero que los chicos estén fuertes”, señaló.
Horas más tarde, el entrenador publicó una disculpa en Instagram:
“Reconozco que no fue una buena declaración sobre el color rosa en mi rueda de prensa... Les pido disculpas. Los colores no definen géneros”.

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